CARACAS.- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, bajó el tono a su enfrentamiento contra Estados Unidos al manifestar su disposición a dialogar con el gobierno de Barack Obama “dónde quiera, cuándo quiera y cómo quiera”. “Venezuela está lista para un diálogo en base al respeto y a los términos de igualdad entre los estados con el gobierno del presidente Obama dónde quiera, cuándo quiera y cómo quiera; así lo digo como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, estamos listos”, reveló.
El líder venezolano realizó estas declaraciones durante un acto en una zona humilde del Oeste de Caracas para celebrar los 21 años de la liberación del líder de la revolución, Hugo Chávez, de la cárcel en la que permaneció dos años, después de liderar un golpe de Estado fallido contra el entonces presidente, Carlos Andrés Pérez, en 1992.
“Si el presidente Obama quiere apretar esta mano, de un venezolano, de un patriota hijo de Bolívar, hijo de Chávez, estoy listo, listo para apretar su mano, para hablar mirándole a los ojos en términos de igualdad”, abundó Maduro.
Aseguró que durante la VII Cumbre de las Américas que se celebrará en abril en Panamá hablará con Obama para recordarle que en Miami funciona un “centro de conspiración económica” desde donde se “ataca” la moneda y el comercio de su país que no debiera existir más.
Además, señaló que en el marco de esta cumbre le dirá a Obama que derogue el decreto que aprobó a principios de mes en el que declaró una “emergencia nacional” por la “amenaza inusual y extraordinaria” que consideró que representa Venezuela para EEUU. El mandatario apunto que esa solicitud la hará contando con el respaldo de 10 millones de firmas que su gobierno se ha propuesto recolectar para respaldar la exigencia. Y celebró que su campaña por las firmas ya sumaba cuatro millones tras manifestar su agradecimiento a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que expresó su “rechazo al decreto” y llamó a los gobiernos de EEUU y de Venezuela a que “inicien un diálogo”.
Ambos países mantienen actualmente sus relaciones en uno de sus puntos más bajos desde que en 2010 se quedaron sin embajadores.
El secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, propuso que la Cumbre de las Américas sirva para replantear las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica, y que “un buen punto de la nueva agenda de relaciones sería que no haya bases militares norteamericanas en Suramérica”, algo que “pertenece a la época de la Guerra Fría”. La evolución de las relaciones entre Estados Unidos y la región, según el ex presidente colombiano, debería llevar a descartar las expresiones de unilateralismo y las “certificaciones” estadounidenses en materias como los derechos humanos o la lucha contra las drogas, entre otras cuestiones. (Télam)